por Béa Tremblay
Que no van a hacer nada que no se haya hecho antes muchas veces y además hay trampita: hace falta retorcer bastante el término "turista" para considerar a estos cuatro como tales. No son mera gente con pasta pagándose un billete caro para que los lleven de viaje de placer sin tener que hacer mucho más que eso. En realidad, llevan unos dos años entrenándose como cualquier otro astronauta y además:
- El que paga lo gordo y está en su segundo vuelo, Jared Isaacman, no sólo es CEO de una empresa aeronáutica mediana que entrena pilotos para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos: además, de más joven fue piloto acrobático; en 2009 batió un récord mundial de circunnavegación planetaria con un jet privado; y es uno de los pocos pilotos privados que operan un caza de combate ex soviético MiG-29 desmilitarizado. Con esto último se sitúa en la estela del pionero Gagarin, que también adquirió su experiencia con el vuelo de muy altas prestaciones… pilotando cazas soviéticos para la Fuerza Aérea —en su caso— Soviética.
- Scott Poteet, contratado por Isaacman como piloto, efectivamente lo es… de esa misma Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Lo fue durante 18 años, oiga, con más de 3.000 horas de vuelo en aviones o entrenadores de combate y 400 en misiones de combate reales. Quiero decir que lo entrenó el gobierno federal con dinero federal, vaya, y que tampoco es un señor que pasaba por ahí y se animó a comprarse unas vacaciones. Después, fue el director de misión del anterior vuelo de Isaacman, Inspiration4.
- Anna Menon tampoco es ninguna señora que pasaba por la puerta y se compró un viaje. Es una ingeniera biomédica que trabajó para la igualmente estatal NASA durante 6 años en esa función antes de pasarse a SpaceX como ingeniera superior de operaciones en la especialidad de medicina espacial. Por tanto, es empleada de SpaceX y tampoco paga un dólar.
- Y Sarah Gillis es directamente ingeniera aeroespacial por formación y una ingeniera jefe de operaciones espaciales relativas al entrenamiento de tripulaciones en SpaceX; podría decirse que es "la mujer de SpaceX a bordo." Contratada también, claro.
Entonces, considerar al conjunto de estas cuatro personas "turistas" o "astronautas puramente privados" me cuesta un poquitín, la verdad. Todo ello sin quitarles ningún mérito; al contrario, tienen tantos méritos y experiencia laboral en la cosa aeroespacial que turistas-turistas en plan normalizar el vuelo espacial para cualquiera que pueda pagárselo… definitivamente no son.
Lo único así un poco impactante que van a hacer es entrar en una órbita alta y exponerse un poco más a la radiación solar para estudiar sus efectos, pero mucho menos que los astronautas del antiguo programa Apolo a la Luna (8 vuelos + 1 fallido entre 1968 y 1972, hace más de medio siglo.) En paseos espaciales, el primero fue Alekséi Leónov en 1965, hará 60 años el año que viene, y desde entonces se vienen haciendo sin parar, es una "cosa dominada".
Isaacman, Menon, Gillis y Poteet.