Un auténtico mangui, como decimos en España.
Un tipo que se hace llamar Juan el Legionario montó un tinglado para estafar a gente que le daba dinero para llevar armas y suministros a Ucrania. Efectivamente, iba a Ucrania, sí, pero el dinero se lo quedaba.
Sí, al límite de lo que puedo robar.
Sus compañeros de trinchera se lo sacaban de encima y lo enviaban a tercera línea porque no tenía ni idea de como combatir. Se le ocurrió la genial idea de subir a Instagram unas fotos de unas trincheras y al día siguiente fueron bombardeadas por los rusos. (Yo me parto)
El tío no hacía más que elaborar relatos melodramáticos, a pesar de que apenas entró en combate. Un día, sufrió heridas en una mano y fue llevado al hospital. Allí, ¡¡¡tachan!!!! se hizo un selfie con el mismísimo Vomitomyr Demensky. Los ukronazis le dieron una condecoración, jajaja!!
Esto lo catapultó a la fama. Lo invitaron a un programa en la televisión española dirigido por un impresentable (Que encima se llama "Todo era mentira" -jajaja!!!)
…y de ahí el menda empezó a dar conferencias en ayuntamientos. Todas las asociaciones de ayuda a Ucrania iban a ellas con devoción, pensando que estaban frente a un héroe.
Al final se descubrió todo el pastel. El héroe Juan el Legionario no era más que un estafador.
¿Pues, sabéis qué? ¡Que se jodan! ¡Que se jodan por haber enviado dinero a un Régimen corrupto de nazis perturbados!
Espero que al tal Juan le haya sido de provecho el dinero que todos esos pringaos le dieron.