por Enrique Ramírez.
China y Rusia están encantadas y no pueden ni creerse su suerte (o su éxito, según lo que pienses sobre su influencia sobre los hechos en curso…)
No ocurre a menudo que un estado hegemónico global… esencialmente autodestruya dicha hegemonía, sobre todo en áreas como:
- la inteligencia exterior (incluyendo a la CIA, la NSA y la ODNI, temporalmente paralizado ayer por varios jueces federales pero evidentemente todo el mundo está con el alma en vilo reconsiderando su futuro laboral, dentro o fuera de EEUU…) a favor de "aventureros hollywoodienses y otros hombres de acción."
- la paralización de facto de la investigación científica con financiación pública, con un prometido "recorte" de entre un cuarto y la mitad de la misma, cediendo así el liderazgo científico-tecnológico global en todas esas áreas fundamentales que a las empresas les disgusta pagar porque no se reflejan a corto plazo en sus cuentas de resultados;
- la diplomacia mediante el poder blando vaciando a USAID, mientras China no para de meter más y más dinero a los países en vías de desarrollo tanto mediante ayudas directas como todas las asociadas a la famosa Iniciativa de la Franja y la Ruta, incluyendo los masivos "créditos suaves para el desarrollo" de la banca china alternativos a los del FMI;
- el reemplazo de funcionarios experimentados del Departamento de Estado ("Asuntos Exteriores") por "dedazos políticos" sin ninguna experiencia internacional significativa cuya idea del mundo en que viven está conformada por las memeces de Fox News, o directamente conspiranoicos extremistas que viven en una realidad distinta de la "realidad real" en puestos clave;
…y cientos de cosas más de esas que hacen que una superpotencia sea una superpotencia, dejando así el tablero de juego global libre para otros. Máxime teniendo en cuenta que ninguna de estas son cosas que puedas "activar y desactivar como con un interruptor"; si te vas, te vas y te costará décadas volver si es que logras hacerlo alguna vez.
Mi padre dice que jamás imaginó que llegaría a ver a dos superpotencias destruirse a sí mismas en su tiempo de vida: la URSS en 1991 y ahora esta.
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